Enculado en el arcén de la carretera


El viaje de estos dos amigos va a ser más largo de lo que ellos pensaban y no porque estén encontrando tráfico o inclemencias meteorológicas en su camino sino porque paran cada dos por tres a echar un polvo en la cuneta. A este paso, cuando lleguen al destino de sus vacaciones van a tener que darse la vuelta. A saber la cara que ponen el resto de conductores cuando les vean ahí intimando a la intemperie sin importarles su presencia.