El repartidor trajo el pedido caliente


Los estudiantes universitarios se las saben todas. Este joven ha tenido una genial idea para vivir una experiencia excitante. Mientras estaba solo en casa, se le ha ocurrido probar una locura: llamar a una casa de comidas a domicilio para ver si el chico que se la traiga es de su gusto y se lo puede follar. Con suerte tendría porno gay virgen, ya que nunca había follado antes. Menuda noche se ha pasado el amigo.