Corriéndose dentro del culo de aquél ruso


Le gustaban los chicos caucásicos, y desde luego ese chico ruso era realmente atractivo. Empezaron a besarse pero pronto el ruso se puso de rodillas para comerle la polla, ese tío sabía bien como complacer a un hombre. Lo puso tan cachondo que lo colocó a cuatro patas en el sofá y empezó a penetrar su culito, el cabrón lo aguantaba todo. Luego se dio la vuelta y se abrió bien de piernas para que siguiera penetrándolo bien, solo con verlo gemir y disfrutar de su verga ya conseguía excitarlo mucho más de lo que estaba. Siguieron así, de pie y hasta en el suelo. Los rusos tienen fama de ser hombres fríos, pero como puedes comprobar no es exactamente así, este cabrón era realmente ardiente.