Un padre demasiado dominante


Era un hombre muy dominante, pero eso a él le gustaba. Se trataba de su padrastro, un hombre maduro y fuerte, en sus brazos se sentía protegido. Fueron desnudándose y él se dejaba llevar, el hombre sabía bien lo que hacía. Tras un rato jugando probaba por fin su polla, incluso hicieron un 69. Pero a su padre le gustaba llevar la iniciativa, era un hombre dominante y eso se notaba. Le dijo que se pusiera sobre él y lo que hizo fue penetrarlo. Se estaba follando a ese jovencito, él saltaba sin parar como un loco hasta que se tumbaron en la cama. Allí siguió dándole duramente mietnras le besaba, mirándose a los ojos ambos sabían que no tardarían en correrse. Y así fue, su padre le echó toda la leche en su culo y siguió metiéndosela sin parar mientras el chico miraba. Tras correrse ambos acabaron en la cama acostados casi sin poder moverse.