No pares nunca de follarme así


Eran dos jóvenes jugadores de un equipo de futbol, pero a los que les interesaba bastante más otros tipos de actividades deportivas. Se deseaban mutuamente, era un secreto para sus amigos pero no para ellos. Allí en casa de uno de los chicos y aprovechando que estaban solos comenzaron a besarse, pero pronto sacaron sus vergas. Uno de los chicos se puso encima mientras el otro jugaba con su ano, aunque después se puso de rodillas para comerle la polla. Se las mamaron un rato y luego se volvió a poner encima para así penetrarlo. Desde luego le gustaba a ese muchacho, solo hay que ver su cara para darse cuenta de lo mucho que disfrutaba sintiendo su polla bien dentro de él.