un interrogatorio un tanto homosexual


El castigo que le espera a este futuro presidiario es mucho más placentero de lo que jamás habría soñado. El tío está locamente enamorado del inspector de policía encantado de hacerle el reconocimiento y se lo ha tirado en la misma comisaría. Seguro que en la trena va a ser juguetito sexual de algún que otro recluso.