Un desconocido me hizo de todo, que bueno estaba


Conocí a este guaperas en una cafetería por casualidad. Pronto congeniamos y le invité a tomar algo en mi casa. No veas como follaba el cabrón, era todo un vicioso. En cuanto nos desnudamos los dos y empezamos a la faena supe que con ese hombre sería algo especial, que no sería como otras veces. El tío estaba obsesionado con mi ano, no hacía más que tocármelo, olerse los dedos, chupármelo… y cuando lo vi con ese cuerpazo y con su gran polla apuntando a mi culo me estremecí del placer. Con cada embestida pensaba que iba a correrme, menudo macho. Al final se me corrió encima, pero de tal forma que hasta salpicó la cámara que nos estaba grabando. Todo un semental.