Si quieres trabajar aquí tienes que follar conmigo


Un gran directivo suele estar acostumbrado a que todos le obedezcan. Cuando aparece un joven asiático aspirante a trabajar en su empresa le tiene que dejar claro que si quiere el puesto de trabajo tiene que ofrecerle su culo. Para un hombre maduro como él, un jovencito tailandés es todo un caramelo. El chico, como casi todos los asiáticos, es bastante obediente con la autoridad y con los hombres de poder. Nada más hacerle la petición el chico se acerca a desabrocharle los pantalones y comerse su polla. Una vez consigue ponerle la polla bien dura es cuando el jefe por fin se levanta de su sillón y empieza a penetrar el culo del jovencito. El asiático se siente tan excitado por el hecho de que un hombre de poder se lo esté follando que es el primero en correrse, una evidencia de lo mucho que disfruta follando con él.