Fue una de estas cosas que suceden por sorpresa, pero que desde luego son las mejores. Era un hombre casado que por supuesto vivía con su esposa, pero tras una urgencia acudió el profesional a casa. Se trataba de un fontanero bastante atractivo, el cual comenzó con la reparación bajo el fregadero. Ver la raja de su culo hizo que el hombre casado se pusiera cachondo, aquello desde luego le excitaba mucho más que ver las nalgas de su mujer. Casi sin pretenderlo y sin que el fontanero se lo esperase le bajó los pantalones y le metió la polla dentro de su culo. Su señora no se enteró por supuesto, para ella él era el hombre de su vida y no podía imaginarse que follaba con otros hombres.
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