Se folla al mejor amigo de su hijo


Como tantos otros padres él deseaba a uno de los amigos de su hijo. Se trataba de un chico mulato y por supuesto jovencito. El color moreno de su piel le ponía cachondo y por suerte para él parecía ser recíproco. El jovencito ni se lo pensó y como se puede ver empezó pronto a comerle la polla, la tenía grande y eso le gustaba. Luego el maduro lamió su ano y también le comió el rabo. Nada más hacerlo lo penetró y comenzó a follárselo en la cocina de casa aprovechando que no había nadie más. Habría sido una sorpresa que hubiera llegado su hijo y los hubiera pillado, pero el riesgo en realidad les ponía cachondos y tampoco les importaba.