Montando una buena verga


Los dos tenían buenas vergas y además estaban muy cachondos, por lo que no paraban de besarse mientras tocaban sus cuerpos. Rápidamente el latino se la empezó a comer sintiendo como se ponía aun más dura en su boca, solo pensaba en tenerla dentro de él. Se colocó a cuatro patas y sintió como se la metía entera. El placer era increíble, pero aun así decidió montarlo poniéndose encima. Se podía ver en primer plano como esa verga entraba y salía una y otra vez mientras él se movía. Todo el que ha tenido una buena verga dentro sabe el placer que ello supone, por eso precisamente el latino fue el primero en correrse. Siguió follándoselo aun así hasta correrse dentro de su culo, una gran corrida que lo dejó chorreando.