El padre se ofreció a hacerle un masaje a su hijo


Su padre se ofreció amablemente a hacerle un masaje, ante lo cual el chico estaba encantado. Sabía que su padre tiene buenas manos para los hombres, lo que no se imaginaba es lo que hacía después. Comenzó dándole un buen masaje, con sus aceites y sus manos consiguió que su hijo se excitara. Sin mediar palabra comenzó a ponerle aceites en la polla, ante lo cual el rabo del chico casi explota de la excitación. Al verlo palpitante de deseo comenzó a comerle la polla, su hijo no se lo podía creer… pero aun así ni tan siquiera abrió los ojos. Como es obvio terminó en una buena follada padre e hijo.