¿Acaso no tengo buen culo?


Estaban en el salón cuando salió el tema. Ellos dos nunca lo habían hecho, pero este tío sabía como seducirle. Se levantó y se bajó los pantalones metiéndose uno de sus dedos en su culo y mostrándoselo. Le preguntó si le parecía que tenía buen culo, el otro no podía dejar de mirarlo, se había sorprendido. No tardó en meterle el dedo a él para sentirlo dentro, luego lamió su ano. Se desnudaron y comenzó a follárselo, al fin y al cabo era lo que deseaba y él iba a dárselo todo. Sus caras lo dicen todo, disfrutaron como nunca de aquella follada tan inesperada.