Su padre perforó su tierno culito de 18 años


Su hijo solo tenía 18 años, era un chico delgado y frágil en comparación con la corpulencia del maduro. Pero justo esa diferencia de tamaño era lo que al padre le ponía cachondo. El maduro trabajaba demasiadas horas y no le prestaba demasiada atención, pero el joven sabía perfectamente que a pesar de ello él tenía ciertas necesidades. Eso fue lo que le llevó aquél día a ir a hablar con él, pero tampoco es que tardase mucho en bajarse la bragueta de su pantalón y sacarse la polla.