¿Que haces oliendo mis calzoncillos?


A los dos les gustaban las pollas, pero nunca se imaginó ver a su sobrino oliendo sus calzoncillos totalmente excitado. Cuando entró en la habitación el chico intentó esconderlo, pero fue inútil, ya lo había visto. Al verse descubierto él mismo le dijo lo que estaba haciendo y lo que sentía, en realidad deseaba a ese hombre maduro, aunque fuera su propio tío. Se quitaron la ropa interior y el muchacho le comió la verga. Fueron a la cama y siguió haciéndolo hasta que su tío decidió llegar más lejos y penetrar el peludo culo de su sobrino, ese jovencito disfrutaba de verdad sintiendo como se la metía.