¿No te gustaría ser misionero?


Fue el mismo jefazo de su orden religiosa a pedírselo por favor, quería que fuera misionero. El chico estaba indeciso, no acababa de tomar la decisión. La forma que se le ocurrió para convencerle fue enseñarle la polla mientras se pajeaba, eso le dio a entender lo que le esperaba si aceptaba. El chico se sorprendió demasiado, pero se la agarró y empezó a comérsela, eso era un regalo. Luego fueron a la cama, allí se lo folló como a una putita, le gustaba sentirlo bien dentro y se movía como nunca en toda su vida. Tras correrse sobre su culo el chico se lo dijo, por supuesto que aceptaba, quería eso todos los días.