Me enrollo con el hijo de mi dentista


Las situaciones más excitantes surgen espontáneamente y cuanto menos preparadas mejor, no es lo mismo conocer a un tipo en la discoteca que sabes que se ha comido la boca esa noche con un puñado de tíos a enrollarte con el hijo de tu dentista, un chico de 18 años muy atractivo y limpio con pinta de ser super cariñoso y seguramente enamoradizo. El amor y la pasión no se buscan amigos, simplemente aparecen y hay que dejarse llevar.