Jovencitos tienen sexo muy guarro y acaban en fisting anal


Eran dos auténticos guarros y por tanto les gustaba hacer todo tipo de cosas que a muchos les repugnaría. Por ejemplo pissing, ya que algo que les solía poner muy cachondos era precisamente sentir como se orinaban uno encima del otro. Sentir esa lluvia dorada hacía que se pusieran muy calientes, pero no era la único. Por supuesto las mamadas no podían faltar, y mucho menos el sexo anal. Pero ellos a diferencia de otros muchos pasaban de follarse el culo a meter el puño entero en el ano de uno de ellos hasta hacer tope. Es lo que llamamos fisting, y desde luego estos dos viciosos disfrutaban más de lo que uno pueda imaginarse haciéndolo.