Juegos entre padre e hijo cuando están a solas


En cuanto mamá se va ellos se transforman. El muchacho se viste de chacha y él hace con el joven todo aquello que se le ocurre. Lo trata como si fuera su juguete, y en realidad es así. Tras comerle la polla lo puso en la encimera de la cocina para contemplar su culito, después de lamérselo lo penetró. Al final el maduro acabó en el suelo mientras el chico le sacaba toda la leche, todo un lujo quedarse a solas.