Siempre había sentido curiosidad pero jamás se había atrevido a llegar a tanto. Después de tener varias novias su amigo homosexual siempre le comentaba lo genial que era hacérselo con otro tío, que era mucho mejor que con cualquier mujer. Él nunca se lo acabó de creer, pero lo cierto es que le hablaba con mucha seguridad y convencimiento. Al final lo convenció y quiso probar, jamás se arrepintió de aquello, más bien al contrario. Su entrada en «el lado oscuro» fue algo insuperable, incapaz de describir con palabras.
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