la primera vez que fui al masajista


Hoy me ha venido a la cabeza la primera vez que fui al masajista. Recuerdo perfectamente como llegué allí, me quité la ropa y el hombre empezó a manosearme todo menos la zona que me dolía hasta que me empalmé y me hizo una paja. Eso sí, salí sin acordarme del dolor que me había llevado allí pero no sabía yo que lo de los masajistas funcionara de esta forma.